Recientemente, Rusia ha recibido el apoyo de China en su enfrentamiento con la OTAN por Ucrania, ya que Pekín se opone a la inclusión de un nuevo miembro en la alianza militar de la OTAN liderada por Estados Unidos. La exigencia de que la OTAN detenga la inclusión de nuevos miembros se produjo tras una reunión celebrada entre el presidente chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin
Durante su reunión, Moscú y Pekín citaron abiertamente la actividad de Washington como un "papel desestabilizador en la seguridad mundial".
Ambas partes se opusieron a la inclusión de un nuevo miembro en la OTAN y reconocieron que las Alianzas del Atlántico Norte deberían abandonar sus planteamientos ideológicos de la época de la Guerra Fría. Además, las dos partes afirmaron que la inclusión de un nuevo miembro en la OTAN puede sacudir la "soberanía, la seguridad y los intereses de otros países". Estas afirmaciones de Moscú y Pekín se hicieron eco en el centro de las semanas, en medio de la profunda tensión y negociación entre Moscú y Occidente
Por otro lado, los países occidentales han acusado a Rusia de instalar un número ingente de soldados en la línea del frente ucraniano, para invadir Ucrania. En medio de estas acusaciones, Rusia ha dado una respuesta contrastada afirmando que "Rusia no tiene esos planes de invadir Ucrania".
Además de negar todas las acusaciones, Moscú y Pekín criticaron en un documento publicado el viernes las "consecuencias negativas no buscadas de Washington sobre la paz y la estabilidad" en la región de Asia-Pacífico.